19 de noviembre de 2012


Otra vez la misma historia, pero pasa porque Ponzio prefiere a River antes que a la Selección. En los partidos en que Sabella lo convocó, lo hizo quedarse en el banco de suplentes, lo hizo viajar y entrenar para tenerlo sentado.
Para el partido del miércoles que viene, Ponzio estaba convocado, pero quería jugar con River el lunes y luego concentrarse con la Selección, lo cual a Sabella no le gustó, por lo que decidió convocar a un "jugador" que no es ni la mitad de lo que es Leo, que lo único que sabe hacer es tirar mala leche y en vez de patear a la pelota, lo que sería lógico en el fútbol, patea a los jugadores. 
A River le beneficia la actitud de Ponzio y la de Sabella porque River sin Ponzio no sirve, no es nada. Es muy injusto que se lo convoque y que después se lo saque de la lista de convocados porque quiera estar presente en un partido que tiene que disputar el equipo del que forma parte. Es una falta de respeto lo que le hacen porque si hay algo que Ponzio es, es educado. Al menos, mantengan la posibilidad en secreto y si se da, se da. 


Por otra parte, un jugador como Ponzio es imposible que sea reemplazado por algún otro jugador de Argentina que juegue en esa posición, es el mejor cinco que tiene hoy por hoy Argentina. Corre, defiende, ataca, tiene precisión. ¿Y Ahumada, qué tiene? ¡Mala leche, nada más!
Es una lástima que también, por una desorganización del fútbol argentino, Ponzio no pueda ir a mostrar lo que sabe hacer a la Selección, en caso de que estuviera como titular.

Si hay algo que queda claro de todo esto es que Sabella no tiene idea de los jugadores que hay en Argentina, y que para que un jugador juegue en la Selección Argentina en la era Sabella, tiene que haber pasado por clubes que dirigió o allegados.