29 de noviembre de 2012

Ante todo buenas tardes, gracias por la convivencia que hemos tenido durante este año y medio, más allá que hayamos estado de acuerdo o no en algunas cosas, creo que el diálogo siempre ha sido fundamental y algo que caracteriza a mi vida. De la misma manera, hoy me siento un poco extraño, alejándome del club por el que tengo un gran sentimiento. Para mí, el hecho de haber vuelto a River fue una sensación de sueños, de deseos, de superar obstáculos ya de jugador y más después como entrenador. De la misma manera que creo en el diálogo, hoy por intermedio del diálogo, terminé mi vínculo con River así que bueno, con cosas positivas, con otras negativas, con cosas por mejorar pero con la tranquilidad de haber dejado hasta la última gota de sudor sin interés alguno, por esta camiseta, por respeto al hincha, por respeto a los jugadores que he entrenado y también en parte por respeto a esta dirigencia que en definitiva me dio la chance de ser entrenador en un momento complicado, y bueno, contento de poder haberlo devuelto a River a la A, de donde nunca se tendría que haber ido, en el cual me incluyo como jugador, que me fui a la B.
Como entrenador, junto a un grupo importante de jugadores y junto a un cuerpo técnico maravilloso a nivel profesional  y humano que tengo, que conformamos, hemos logrado un objetivo difícil. El segundo semestre también, digamos, me deja tranquilo porque hoy me voy y River está afuera de lo que es el promedio del descenso, sabiendo que merecíamos por ahí algunos puntos más, justamente, reconociendo que hubo partidos en que River por ahí no jugó a la altura de lo que deseábamos, pero con un montón de inconvenientes y cosas extrañas que han hecho que bueno, que lleguemos con estos puntos y que nosotros tengamos que dar un paso al costado.
En principio, quiero decir que mi sentimiento a esta camiseta no va a hacer que yo pise ningún palito como para dejar frases, problemas y un montón de mugres que contaminan al fútbol, no me caracteriza eso. Si bien me he equivocado en mi vida un millón de veces, creo que esta vez he pensado mucho, creo que si bien fue por intermedio del diálogo la salida, un diálogo cordial, un diálogo de respeto mutuo, pero evidentemente llegamos a unas instancias que se complicaba trabajar de esta manera, entonces, como siempre pregoné la paz para el club, la unión y que sobre todo, sobre todas las cosas, los nombres, las historias, está el escudo y todos los demás venimos debajo de este escudo que yo lo llevé y lo llevo hoy en mi bolsito hasta lo más profundo de mi corazón. Entonces, la verdad no tengo nada que reprochar, no sirve, lo que tuve que hablar, sobre todo con el presidente, lo hablé y ya queda ahí, digamos, no sirve seguir siendo como esa parte que deja mierda y se va, no, yo no, no me han enseñado eso, y como quiero a River, quiero lo mejor y seré el hincha número uno a partir de mañana porque hoy fue mi último entrenamiento.
Dolorido porque haya sido el último, me costó mucho sacrificio volver al fútbol, llevar un año y medio lleno de circunstancias críticas y siempre desvalorizando a mi labor, pero soportando en definitiva por el grupo de trabajo que he tenido, por los jugadores que he tenido, pero llega un momento en el que uno es humano. Si ven una foto mía de hace seis meses, hoy soy otro, me consumí, dejé parte de mi vida por esta camiseta, entonces, hoy considero que lo importante es River, no Almeyda, ni Passarella, ni quien pueda llegar a venir. Este club tiene 110 años de historia, que ni yo ni nadie la va a cambiar, y el que quiere lo mejor, tiene que hacer como hice yo, sin interés, por amor y cuando se da cuenta de que ya no sirve más, se tiene que ir.
Si pensaba cómo era ser técnico de River, no tenía idealidad porque nunca había sido entrenador. Creo que he aprendido a lo largo de todo este tiempo a ser entrenador, a ser entrenador de River, que requiere un montón de cosas extra futbolísticas, futbolísticas sobre todo y cuando un equipo no juega a la perfección, no hay crítica que soporte, digamos, ese buen juego, nosotros hemos luchado por un buen juego tal es así que hemos jugado, acá lo tengo anotado, 60 partidos de los cuales hemos ganado 29, hemos empatado 22 y perdimos 9, con casi 100 goles a favor, 45 goles en contra. Hicimos 108 puntos de 180, entonces, digo que si analizo los números, no fueron tan malos como en un momento se quiso decir. Si bien hoy debíamos tener 5 puntos más, que era lógico, no los tenemos, pero ser entrenador de River es difícil, esta silla se que hoy la quieren todos, es normal. Los técnicos tenemos ambiciones. Es algo muy lindo dirigir a River, para mi fue un honor, un gusto del cual voy a estar eternamente agradecido a la gente por el año que vivimos, porque llenó todas las canchas, porque vendió todas las entradas, por el apoyo. Entonces, no tengo nada de lo cual arrepentirme, sino que me voy orgulloso de haber entrenado a esta institución, de haber tratado de instalar algunas ideas puras, algunas salieron, otras no, pero creo que en el saludo con todo el grupo fue bueno. Hoy me puedo retirar de River sin mirar para abajo, puedo mirar a todos a los ojos, a cada uno de los jugadores les dije todo lo que pensé, en algún momento todo lo bueno y lo malo se los pude decir, ellos también conmigo, volviéndo siempre al diálogo, entonces, nada más que agradecidos a todos ellos por el esfuerzo que han hecho, por soportar ciertas actitudes mías que por ahí yo decidía que un jugador entrara, otro que quedara afuera, y siempre con la mejor cara, sabiendo que uno fue jugador y a veces es difícil soportar todas estas cosas. Soy un agradecido a este plantel y le deseo que ya el domingo puedan ganar los 3 puntos como merecen y que puedan tener paz también ellos.
No sé si más triste, yo he vivido varios días tristes en mi vida, hace poco tuve un día muy triste porque falleció una prima mía y eso es tristeza de verdad. Esto es deporte, fútbol. Yo siempre he pregonado el diálogo y las cosas sinceras, y es imposible cambiar el mundo. Yo me comporto de esta manera, no puedo poner las manos en el fuego por nadie. River es grande, y en River se tejen un montón de telas de araña, hay muchas arañas, las cuales van comiendo por un interés, por ir engordando. Yo no fui ni araña ni tela de araña. Fui un puro que trató de luchar con dignidad, con amor, y bueno, habrá gente que habrá obrado de mala fe, como ya he hablado muchas veces con ustedes fuera de micrófono, sabiendo de nombres, de apellidos, pero bueno, creo que esa gente no quiere en definitiva a River, por lo menos no lo quiere como lo quiero yo, de eso estoy seguro. Pero bueno, creo en Dios y Dios tiene una cruz para cada uno de nosotros. Está quien la pueda llevar y quien la va a arrastrar toda la vida.
En realidad, obviamente que como hijo de esta institución, me hice como un hijo legítimo, que me considero, deseo algún día volver, obviamente deseo volver como entrenador y cuando sea más grande como dirigente. Obviamente no considero que sea el fin mío en esta institución. Lucharé desde afuera con resultados, con experiencia, mejorando cosas, para algún día tener la chance nuevamente de volver a dirigirlo o volver a estar en algún lugar de esta institución que yo realmente amo. Después no tengo nada que decir. Quiero agradecer a los jugadores, a ustedes también por haber dialogado, por haber tenido diferencias, porque de eso se trata la sinceridad y digamos, el pensamiento que cada uno tiene con respecto al fútbol. Creo que hay un sólo gesto que nos une a todos y nos da de comer, que es la pelota, entonces, agradecerle a la pelota que ha cambiado mi vida, me ha dado felicidad junto a muchos amigos, a familiares, a personas muy allegadas a mi, y nada más, respeto siempre hacia ustedes y bueno, ojalá que nos volvamos a reencontrar algún día.
Surgió una reunión en la cual, por intermedio, como te dije, del diálogo, quedamos de acuerdo en que yo me tenía que ir porque yo digamos, a una semana de terminar el campeonato, y al no saber dónde iba a estar la pre temporada, simplemente que son especie de señales que nos van llegando y yo tampoco quería dramatizar demasiado porque lo repito, creo que ante todo está la institución y bueno, creo que dialogando, la gente llega a buen puerto y en definitiva tratamos de buscar lo mejor para River. Lo único que puedo decir es que hoy cuando me despedí de los dirigentes, había dos, nada más, uno era Passarella, otro era Diego Turnes, después hablé con Solassi y después todos los que conforman esta mesa de fútbol, no sé donde estaban. Así creo que es humano, no le servía a River, no le servía al presidente, no me servía a mí, no le sirve a los jugadores, no le sirve a la gente. Ante tantas internas, creo que era mejor esto, por el bien de River. Yo lo quiero de verdad entonces prefiero renunciar a un gran sueño que tuve con respecto a un gran proyecto que teníamos. Pero, los proyectos se hacen con un montón de cosas, con paciencia, con elementos de trabajo, con jugadores, pero bueno, digamos que son cosas para dejar al margen y pensar y desearle lo mejor a esta institución, que realmente pueda haber paz de una vez por todas y no creo que yo haya sido el problema, sino, espero que vuelva la paz, no sé, de alguna manera que vuelva para el bien de los jugadores, sus familias, el hincha que realmente apoya y que merece felicidad. 
Yo creo que un poco la urgencia que tiene el fútbol, por los resultados, porque por ahí si fuese que estábamos peleando el campeonato, no se iba a producir ninguna de estas cosas que hoy estamos decidiendo y definiendo. Pero bueno, yo he dicho que es difícil, era un proyecto a largo plazo. Ya desde el arranque eran difíciles, nosotros hemos traído un millón de ideas de las cuales no tuvimos muchas respuestas, pero no terminó una relación desgastada, yo deseo lo mejor para River, como dije, no voy a ser parte de esa gente que va a dejar una bomba de humo acá, se va a ir y va a contaminar. Yo quiero lo mejor, lo que tuve que hablar en privado ya lo hablé y no tengo por qué hacerlo público porque no le conviene a River en definitiva. Cada uno cuando apoye la cabeza en la almohada sabrá si la decisión que tomó estuvo bien tomada o no y está bárbaro. Yo la acepto así como soy un agradecido de haber aceptado esta posibilidad de dirigir a River y les agradezco por el diálogo para conmigo y para con el cuerpo técnico. Por ahí se estira mucho el tema porque ya se venía hablando, recuerden ustedes, desde el partido previo a Racing, que yo iba a renunciar, y que me iba a ir, y que yo no había hablado con nadie, entonces estaba muy instalado desde algún sector ese día que Passarella salió a hablar de que me iba a quedar, pero bueno, creo que es un poco seguir hablando en vano porque mucho de ustedes saben y han hablado con muchos dirigentes de River y por ahí los podrían nombrar también ustedes, con nombre y apellido para que vayamos mejorando el fútbol argentino, entonces, hoy pago yo, y me voy con dignidad, me voy con tranquilidad. Ustedes son también parte de que no se contamine el fútbol muchachos, ayudémonos entre todos, desenmascarando a los hipócritas, como digo yo, con nombre y apellido, no viene nada mal, que no sea siempre un loco el que habla y que quede como que es sincero y que es extraño en este ambiente. Entre todos nos podemos sumar.
Ayer a la noche tuve la cena de los técnicos, después de mucho tiempo me reencontré con Verón, fue un grato momento que hablé con él, y tenemos varios proyectos  con respecto al futuro del fútbol y ojalá que podamos juntarnos entre todos para ir cambiando totalmente este sistema que no le favorece a nadie, no nos favorece a los técnicos, no les favorece a los jugadores, no les favorece a ustedes, no les favorece a los dirigentes, no les favorece al fútbol argentino, entonces, es hora de que digamos basta y entre todos llevémoslo adelante sin digamos, acusar, con nombre y apellido, con la verdad. La verdad es la que tendría que dominar al mundo, así que yo les agradezco, no tengo más nada que decir y mi ciclo en River terminó muchachos, muchas gracias.